3 de marzo. Tiempo de rearmes

COMUNICADOS EHK
Tools
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

Ya han pasado 37 largos años y parece que fue ayer, desde aquel negro día de marzo de 1976. En la Gasteiz de aquella época, los trabajadores se organizaron masivamente en defensa de unos mínimos derechos, mediante un movimiento asambleario y horizontal. Sabían y eran conscientes de qué caminos tendrían que tomar para lograrlos; no quedaba otra que organización, movilización y lucha. Tras pasar décadas bajo un duro franquismo eran momentos de intentar impulsar cambios drásticos en la situación de la clase trabajadora vasca.

Tras 37 años de aquella matanza, algunos avezados cerraron el capítulo de la lucha de clases, la historia había terminado. El mundo mostraba una faz política muy diferente de la actual, el capitalismo neoliberal avanzaba viento en popa. Pero en poco tiempo, las cosas han cambiado vertiginosamente. La larga sombra del 3 de Marzo vuelve a estar presente. Sin embargo, en vez de volver a los valores por los que dieron la vida los caídos del 3 de marzo, el pragmatismo y el posibilismo dominan la escena, los intereses individuales aplastan toda perspectiva que pretenda abordar la realidad desde un criterio social, la palabra socialismo se confunde con beneficencia y la solidaridad no es más que una plataforma para la promoción personal o para limpiar la propia conciencia.

Mientras, la ofensiva capitalista sigue su curso, se despliega en todos los frentes. El Estado español, como parte del entramado imperialista, está poniendo en marcha todas las medidas de carácter económico tendentes a la recuperación de un capitalismo liberal sin concesiones. La Oligarquía financiera y empresarial se dispone a readecuar las formas de dominación política, como consecuencia de la pérdida creciente de adhesión hacia el modelo político diseñado y puesto en práctica en la llamada “Transición”. Se barajan diferentes “soluciones” de acuerdo con los posibles escenarios que se van configurando, combinando, como siempre, el palo y la zanahoria. El grado de violencia que se emplee en el proceso dependerá del nivel de éxito que  logren y  frente a ellos, el tendente aumento de la capacidad de respuesta política y de organización  de la revuelta social en curso.

Sin embargo, ¿qué sucede en Euskal Herria? La situación en nuestro pequeño país parece, cuando menos chocante, por no decir realmente preocupante para las aspiraciones de emancipación de nuestro pueblo. Hoy es un hecho contrastado que se está produciendo la interiorización, en muy amplios sectores combatientes de nuestra Izquierda Abertzale, de estar caminando sobre un abismo en el que por un lado es posible la asimilación del Movimiento de liberación al sistema, mediante la mixtificación (la desaparición, en suma) del proyecto original, del proyecto histórico de liberación nacional y social, por el otro, del riesgo de una división perseguida desde siempre por el enemigo.

Precisamente ahora, cuando no se para de hablar de ”desarmes” para determinados agentes políticos, nosotros, los comunistas abertzales, creemos que hay que proceder al rearme en el terreno ideológico, político y organizativo, como medida imprescindible para atajar los riesgos a los que nos enfrentamos. Reafirmar el objetivo estratégico de la consecución de un Estado vasco socialista, reunificado y euskaldún sin ninguna clase de ambigüedad. 

Naturalmente que tales reivindicaciones encontrarán el rechazo explícito de los sectores más integristas del Régimen, de la burguesía regionalista y de la expresa falta de colaboración política de los impulsores de la vía integracionista de la Izquierda Abertzale, pero  el desarrollo de la lucha de clases en Euskal Herria y previsiblemente, de forma generalizada en el conjunto de Europa, podrán facilitar la conquista gradual de los objetivos marcados.En este sentido, nada de ello será posible, sin la reactivación de estructuras organizativas revolucionarias que han demostrado su operatividad en decenios de lucha y que en las condiciones de conflictividad generalizada que se avecinan urge reconstituir. No olvidemos el 3 de marzo, no olvidemos Gasteiz.

Es tiempo de rearmes, es tiempo de lucha, el posibilismo reformista se encuentra en bancarrota, está condenado al fracaso.

 

EHK (Euskal Herriko Komunistak)