Aprovechando este bagaje, la estrategia socialdemócrata se concentrará en la concertación social, madurada con la colaboración de los sindicatos, destinada a conseguir dos objetivos: estabilidad social y control salarial.Nos encontramos con una ideología de “unidad nacional”, interclasista, sujeta a la razón de Estado y en lugar de procurar el convencimiento de los individuos en función de sus intereses, pretende simplemente conseguir legitimidad y confianza para su actuación en el poder, es decir, delegación aprobatoria.
En aras del pluralismo, se maneja ahora, una cultura de batiburrillo, acompañada de una política de gestos. A falta de programa real o definición de metas determinadas se plantean guiños hipócritas. Frente a la degradación del ecosistema...día del árbol y subvenciones a parques naturales. Frente a la discriminación sexista...cota femenina del 25% en el partido. Frente al militarismo...no a las armas nucleares en territorio propio y acción humanitaria en el exterior (que además se incumple). Frente a la desertización cultural de la sociedad e inundación de productos de consumo...subvención a cine e instauración de premios...así hasta el final.No hay como se ve, un discurso estricto, un programa político.
En sustitución se enuncia un discurso retórico, abstracto, plagado de lugares comunes y, sobre todo, calificaciones de valores: progreso, modernidad, democracia…El bienestar, valor central, casi sinónimo de felicidad y utopía, objetivo que llega a calificar el modelo de sociedad de la socialdemocracia (Estado del bienestar) es entendido todo ello como la conclusión del paraíso del consumo, el disfrute individual y privado, las modas, el reino de la publicidad y en definitiva, el fetichismo de escaparate, una oferta vistosa, atractiva, asequible, aunque no corresponda con las necesidades de la población ni con su capacidad adquisitiva. Y fundamentado, por añadidura, sobre la destrucción delecosistema.
Para las clases dominantes la socialdemocracia representa una posibilidad concreta y específica de gestión, útil en momentos de acentuación de las luchas sociales y de clase, como elemento integrador masiva, o ante coyunturas especiales, críticas.
Son muchos años bajo este sistema. Los cambios económico-sociales y políticos no solamente vendrán dados por la toma del poder de una fuerza revolucionaria, sino por la conciencia de querer construir algo nuevo, volvemos a lo que insistimos constantemente, el factor subjetivo del ser humano.
EUSKAL HERRIKO KOMUNISTAK