LA BOLSA O LA VIDA

COMUNICADOS EHK
Tools
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

 

Altos ejecutivos de grandes empresas se han dedicado al pillaje jugando en la bolsa apostando, increíblemente, contra sus mismas empresas. Es decir, sabían de antemano que aquellas se encontraban en un cenagal de negocios incobrables - hipotecas subprime etc- que ellos mismos habían auspiciado y que eran insolventes, y porque lo sabían apostaban contra sus propias empresas las que, paradójicamente, a cambio les tenían blindados por contratos multimillonarios para el caso de cese.

El mundo al revés. Pero no tanto si reparamos en el hecho de que esos seguidores de Milton Fredman no hacían sino seguir sus enseñanzas:¡hazte rico como sea!. Ahora, en cambio, cuando los bancos centrales, con el dinero de los sufridos ciudadanos, salen en ayuda de esas empresas les recriminan con la bondadosa admonición de un padre de familia al hijo que se ha excedido: “¡ robad con moderación, coño!, no vaya a ser que acabéis con la gallina de los huevos de oro”.

En efecto, como en el cuento, estos forajidos de las finanzas, están dispuestos a hundir el propio sistema de producción y acumulación capitalista, el mismo que les da de comer a todos ellos, a costa del sudor y la sangre del 80% del resto del planeta empobrecido. Las bolsas han sucumbido en el 2008 con rebajas de los valores en torno al 40% ( IBEX 39,43%; Dow Jones el 36,04% y el Nikkei japonés el 42,12%). Bien es verdad que el valor bursátil tan solo expresa lo sobrevaloradas que estaban muchas firmas a causa, precisamente, de la propia especulación.

Peor cariz tiene la denominada economía productiva. Grandes empresas inmobiliarias, constructoras, pero también del automóvil y la industria, están pidiendo “sopitas” al Estado para no caer en la bancarrota. Y resulta en extremo cruel comprobar cómo se acude con cientos de miles de millones de euros de contribuyentes que han pagado ya impuestos del 20 y del 30% de sus salarios para atender problemas de “liquidez” de empresas que tan sólo han abonado el 1% de sus beneficios en impuestos. En efecto, el mundo al revés. Y, además, ello bajo la nada elegante premonición que nos hacen esos brokers financieros de que o les salvamos o perecemos todos con ellos.

Nada más lejos de la realidad. Salvarles ahora el pellejo significa “remodelar” la cara del sistema para que sigan haciendo los sucios negocios de siempre, hasta la crisis siguiente. Salvarles ahora a ellos es caer de nuevo en el permanente chantaje de quienes alardean de crear puestos de trabajo cuando tan sólo emplean el trabajo ajeno necesario e imprescindible para obtener y seguir acumulando plusvalía y acuden a los expedientes de regulación de empleo, esto es, al despido barato, cuando aquellos beneficios no son los esperados. Al contrario, es llegada la hora, no de apuntalar el podrido sistema, sino de arrumbarlo definitivamente. El capitalismo no tiene ningún rostro amable, solo esconde un puño de hierro tras el guante de seda de los salones de la esquina de 5th Street con Broadway en el sur de Manhattan. Estos bucaneros del negocio fácil seguirán a lo suyo mientras no se les plante cara, como hacen los jóvenes griegos en las calles de Atenas. Hoy, para salvar la vida es preciso más que nunca entregar la bolsa....a la nacionalización, junto a la banca, las eléctricas y grandes corporaciones industriales.

Hoy, más que nunca, ¡ socialismo o barbarie!.

 

 

EHK