Luchadores vascos de ayer y de hoy

Ezker Abertzale Ofiziala eta erreformista (EAO) burgesia txikiarekin, erreformismoarekin, burokraziarekin eta morrontzarekin lerrokatu egin da, eta EAJri begira dago, egia esan, halako jokamoldea izan du beti, bera jaio zeneko artegi nagusira itzultzea baita, hau da, independentista ez den betiko EAJ eusko-espainiarraren ondora itzultzea.

Después de más de 60 años de una lucha heroica y desigual por parte del MLNV frente a los dos Estados que ocupan y oprimen a Euskal Herria, la fracción que se sitúa en la posición pequeño burguesa, reformista, burócrata y entreguista que hoy representa la  IAOficial y reformista (IAO), vuelve los ojos, que realmente nunca quitó, al principal redil donde nació. Este no es otro que el PNV vasco-español de siempre y no independentista.

“El nuestro no es un nacionalismo cualquiera, al contrario, es algo específico. Al decir nacionalismo queremos expresar patriotismo, libertad, independencia (…)

Geurea ez da edozein nazionalismo mota. Nazionalismoari buruz hitz egitean, askatasuna, abertzaletasuna eta independentzia expresatu nahi ditugu.

Se autodefinía como comunista y abertzale, vasco independentista, feminista y ecologista radical.

Nacido en Madrid el 23.11.1937, casado en 1961 con la vasca pamplonesa Margarita Ayestaran Aranaz, tiene un hijo y una hija y reside desde 1980 en Euskal Herria Sur, en Nafarroa (desde 1991 en la capital histórica de Euskal Herria: Pamplona).

Urtero bezala, ehunka pertsona bildu ziren atzo Albertia mendiko magalean 1936ko neguko gudaldian gertatutakoak gogora ekartzeko eta bertan hildako gudariei omenaldia egiteko. Eusko Ekintzak «egia, justizia eta erreparazioa» eskatu zituen beste behin ere.

Euskal Herrria está en una nueva fase política. Una nueva fase que al haber sido activada de manera unilateral no cambia el tiempo político por sí misma. Los ejes de este tiempo en relacion al conflicto siguen invariables: Euskal Herria sometida nacional y socialmente por los estados español y francés, con el capitalismo y la represión como ejes vertebradores de la imposición.

La cima de Albertia y el robledal de Gaztelua fueron escenario ayer del homenaje a los cientos de gudaris y milicianos que allí lucharon y murieron hace 75 años en la batalla contra tropas fascistas. En diversas intervenciones se rememoró el trabajo en común de las fuerzas de izquierdas, haciéndose un nuevo llamamiento a la confluencia de esfuerzos con ese objetivo. En la cima también hubo tiempo para recordar a los compañeros y amigos fallecidos el último año.