Ante esta derrota las dos expresiones políticas del gran capital, la corriente fascista y la corriente socialdemócrata-liberal, movilizarán a sus aparatos ideológicos, sus intelectuales orgánicos, sus fundaciones y sus servicios de inteligencia, para impedir la creciente expansión de la nueva idea-fuerza.
El Socialismo del Siglo XXI rompió los controles ideológicos del sistema capitalista