DOCUMENTOS EHK

 Próximamente se celebrarán las elecciones al Parlamento Europeo en un clima de aparente “optimismo” sobre la supuesta e incipiente recuperación de la crisis capitalista. Digamos que se sueña con lo que se puede. No hace mucho las elites europeas ambicionaban, en el marco de la estrategia de Lisboa, convertir a la Unión Europea en “la economía del conocimiento más competitiva y más dinámica del mundo capaz de una mejora cuantitativa y cualitativa del empleo y de una mayor cohesión social”.

“Cuanto peor mejor”, se había convertido en un lema hace ya varias décadas entre los miembros más activos de la clase trabajadora. La frase quería significarse en que el deterioro creciente del capitalismo extendería el conflicto social y elevaría la conciencia de clase política del movimiento obrero en su conjunto hacia una fase de ruptura revolucionaria sin vuelta atrás. En la práctica la mayoría de las veces no ha sido así.

Y mientras los sectores populares padecen cada vez más el peso de la presión de la crisis,la mal denominada “clase media”, se desgajada desde hace tiempo del concepto histórico de clase trabajadora, se desclasaban olvidando sus orígenes al que parecen volver obligados por las circunstancias.

La realidad es tozuda y ya no es suficiente con reconocer los males del capitalismo. Y aunque progresivamente el sistema va mostrando su “verdadera cara” no parece que las luchas despeguen, o al menos no de una forma masiva, a pesar de los múltiples golpes que nos propina el sistema.

Hay quienes piensan, unas veces se dice y otras no, que el binomio independencia y socialismo son dos conceptos independientes que expresan realidades distintas que pueden o no coincidir. Pero vayamos por partes. Respecto a la cuestión nacional: ¿Es posible una Euskal Herria libre dentro del sistema capitalista?

Ya han pasado 37 largos años y parece que fue ayer, desde aquel negro día de marzo de 1976. En la Gasteiz de aquella época, los trabajadores se organizaron masivamente en defensa de unos mínimos derechos, mediante un movimiento asambleario y horizontal.

A estas alturas del creciente conflicto político social en el que estamos inmersos el abundar en los porqués  para promover y desarrollar una huelga general no parece necesario. Las numerosas  razones esgrimidas desde el punto de vista del sindicalismo de clase y desde perspectivas políticas cercanas al interés  de nuestro pueblo están coincidiendo con la percepción que de manera muy generalizada, tiene el conjunto de la sociedad en relación a las  medidas que están siendo tomadas por gobiernos y partidos defensores del sistema capitalista en general y supeditados a los intereses de la banca y las multinacionales  en perjuicio de la mayoría social. 

  Hace escasas semanas se ha conocido la absolución de los encausados de D3M y Askatasuna. Después de rebasar  la rabia y el cansancio padecido en la Audiencia Nacional por culpa de las leyes de excepción del Estado español, Euskal Herriko Komunistak (EHK) ha tenido la oportunidad de hablar con la portavoz de D3M y la militante de la Izquierda Abertzale Amparo Lasheras, que ya superado el juicio esta como siempre, con mucha ilusión de trabajar.

Euskal Herriak bizi duen prozesu politikoa, kapitalismoaren krisia, Ezker Abertzale berriaren konfigurazioa eta bere ibilbide militante eta iraultzailea dira elkarrizketaren mintzagai nagusiak. Eskerrik asko Amparo!

Durante más de doscientos años, Madrid y Paris han premiado la traición. Sobornos, compras y regalos han sido instrumentos eficaces al lado del recurso a la violencia y el miedo, para intervenir en los procesos sociales del pueblo vasco. Los estados han cumplido y cumplen estructuralmente un papel protagonista en el desarrollo español y francés.
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Tantas veces nos susurra la burguesía la necesidad de deponer las armas, como tantas nos dice lo contrario con sus hechos. Al parecer la fuerza de las armas del Estado de Derecho español, que no son pocas ni solamente las legales, surte efectos y, curiosamente, no debe haberlos en la violencia del Pueblo subyugado. ¿ No les parece sorprendente?.

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